Os han regalado flores y a los pocos días ya se ponen mustias y el agua empieza a oler mal, pues os voy a dar un truquito que a mi me funciona bastante bien.
Lo que suelo hacer primero es poner un poco de agua en el jarrón. Normalmente, suele ser como una tercera parte de su altura. Después, y aquí va mi truco, le pongo una cucharada de lejía, da igual que sea blanca o amarilla mientras no lleve detergente. El último paso es cortar un poco los tallos de las flores para cuando los ponga en el jarrón tengan todos la misma altura. Le suelo cambiar el agua cada dos o tres días y repito el mismo proceso y ya comprobaréis que os duran mucho más las flores frescas.
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